viernes, 20 de enero de 2017

Abubilla (Upupa epops)

         Es de las aves más populares de la España mediterránea, muy abundante en las dehesas de la mitad meridional. Su característico reclamo, su llamativo penacho de plumas y su vuelo errático y ondulante la hacen fácilmente reconocible. Pese a ser una especie migratoria , parte de la población reside todo el año en las regiones peninsulares más cálidas, así como en Baleares y Canarias, territorios que también acogen individuos europeos invernales.
         Su principal amenaza estriba en la reducción de huecos naturales para anidar, en gran parte debido a una mala gestión agraria y forestal. La intensificación de los métodos de cultivo supone la pérdida de arbolado disperso y, por tanto, de posibles lugares para nidificar. Asimismo, la utilización de insecticidas disminuye su alimento. Se encuentra incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.







Ave de aspecto inconfundible, con tonos ocres en la mitad anterior del cuerpo, y listas negras y blancas en la mitad posterior del dorso. Pese a que ambos sexos resultan muy similares, el macho posee el color anaranjado del pecho de un tono más intenso.
La abubilla luce en su cabeza una llamativa cresta, de color ocre y con las puntas negras, que suele desplegar al posarse, cuando está inquieta o durante el cortejo . Tiene el pico largo y ligeramente curvado, y una cola amplia y negra, atravesada por una banda blanca. En vuelo presenta alas blanquinegras, muy anchas y redondeadas.Los aleteos son irregulares y describe ligeras ondulaciones en su trayectoria.

Su canto es un característico up-pu-pu-pu, grave y de largo alcance, que ha dado lugar a su nombre latín (Upupa). En momentos de excitación emite también un grito áspero y ruidoso.

De las varias sub especies reconocidas, epops es la que ocupa gran parte del Paleártico, desde las islas Canarias, en el oeste, hasta la costa pacífica de China, en el este; por el sur alcanza el norte de África, Turquía y la India, y evita las latitudes norteñas. En Europa se estiman entre 700.000 y 1.600.000 parejas reproductoras






     La población española, con 500.000-700.000 parejas, según el Atlas de las aves reproductoras de España (2003), es la más importante de Europa, ya que supone seguramente más de la mitad de sus efectivos, cifrados en 700.000-1.600.000 parejas.
     La tendencia general muestra un ligero declive, tal y como se deduce de los resultados obtenidos por el programa SACRE para el periodo 1998-2013. Sin embargo en la región eurosiberiana presenta un incremento moderado de las poblaciones.










     Se alimenta sobre todo de las larvas y pupas de insectos que se encuentran enterrados o entre la hojarasca. Busca el alimento sondeando con el pico en el suelo, como haría un ave limícola.




             La estación reproductora comienza a mediados de mayo con la búsqueda de un lugar para anidar. Una vez que encuentra el hueco adecuado en un árbol, en un muro o en una edificación abandonada, macho y hembra comienzan a limpiar el interior del nido, para después construir un somero lecho de hojas y hierbas. La puesta consta de 7-10 huevos, incubados sólo por la hembra, durante 17-20 días. Por lo general realiza una puesta, aunque ocasionalmente puede efectuar dos. La hembra se encarga de cebar a los pollos con la comida que le trae el macho. Pasados 26-29 días, la prole abandona el nido, lo que suele ocurrir hacia finales de julio o principios de agosto.