domingo, 11 de septiembre de 2016

Oropéndola Europea (Oriolus Oriolus)

       La espectacular oropéndola, como otras coloridas aves ibéricas, pertenece a una familia de origen tropical. El llamativo tono amarillo dorado del macho, de difícil confusión, añade una fulgurante nota de color en las arboledas españolas. Los hábitos reservados y esquivos de este pájaro, que lo mantienen fuera de la vista del observador, se compensan con un sencillo y distintivo canto aflautado, muy fácil de escuchar y característico del paisaje sonoro de muchos de nuestros sotos ribereños y otros tipos de bosque.

      El macho emite un singular silbido aflautado, audible a mucha distancia (tiri-oliuuu). El canto de la hembra, menos frecuente, es más corto, breve y agudo. Ambos son imitados a veces con maestría por los estorninos. También profieren un reclamo áspero, que recuerda al de un córvido (cueeejj).









      Ave de tamaño similar a un mirlo y llamativo color amarillento. El macho exhibe un intenso color amarillo limón en la cabeza — rayada con una línea ocular oscura— y en el cuerpo, que contrasta bastante con las anchas y redondeadas alas, totalmente negras, a excepción de dos parches amarillos a la altura de la articulación de la muñeca. La cola es igualmente amarilla, aunque presenta una ancha banda terminal negra. Posee patas de tono grisáceo y pico rojizo. La hembra, que recuerda a un pequeño pito real, muestra tonos más apagados que el macho, con partes superiores de color verde oliva e inferiores blanquecinas y rayadas en gris. Tiene las alas y la cola pardas, y el pico rojo sucio.
     Los jóvenes son casi iguales a las hembras, aunque con el pico pardo oscuro y el ojo negruzco. Se trata de un ave esquiva, por lo que la mayoría de las observaciones corresponden a individuos en vuelos breves entre la espesura. Su vuelo, directo y ondulado, alterna aleteos y alas plegadas, de modo similar al del pito real. Su carácter agresivo se evidencia en los frecuentes acosos a otras especies, incluso de mayor tamaño.








     En España se trata de un ave estival, con invernada en el África subsahariana. Las primeras observaciones se producen a mitad de abril, con ocupación rápida de los territorios a finales de ese mes y principios de mayo. Los machos llegan 7-10 días antes que las hembras, y hasta últimos de mayo pasan ejemplares en tránsito hacia el norte de Europa. La migración otoñal se inicia a primeros de agosto, aunque las partidas se concentran al final de ese mes, con pocas observaciones ya a principios de septiembre.

     En Europa se calcula que existen unos 5 millones de parejas, con mejor representación en los países del sureste. La población reproductora española, poco conocida, se estima en unas 175.000 parejas.

Izquierda hembra,derecha macho







           No se trata de una especie amenazada. Los resultados obtenidos por el programa SACRE entre 1998 y 2005 reflejan una tendencia claramente
positiva y constante, cifrada en un 5,5% anual. A escala europea, su situación resulta similar, con un aumento estimado del 23% entre 1982 y 2003.
          No se conocen problemas específicos, y las posibles amenazas, de tipo general, derivan de la pérdida de hábitat en sus zonas de cría —sobre todo
por cambios y desaparición de sotos fluviales— e invernada —básicamente como consecuencia de la deforestación y desertificación en tierras africanas—. Aparece como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.




sábado, 13 de agosto de 2016

Escribano Hortelano ( Emberiza Hortulana )

           Es un escribano de tamaño medio, con la garganta y el anillo ocular amarillos, que presenta en todos los plumajes una característica bigotera también amarilla, en tanto que el manto y las alas, pardo-grisáceas, aparecen siempre profusamente listadas de marrón oscuro. Este patrón se hace extensivo a jóvenes, hembras y machos en plumaje no reproductor. Los machos en primavera presentan la cabeza, el cuello y el pecho de un tono gris verdoso liso, aunque mantienen la bigotera y la garganta de color amarillento. Las partes inferiores son pardo-anaranjadas. En plumaje invernal, el macho se asemeja más a la hembra  y al inmaduro, con predominio de los tonos más pardos y apagados en el dorso y menos castaño en el vientre.





         El escribano hortelano se distribuye por las regiones templadas de Europa y Asia occidental hasta el sur de Escandinavia en su límite septentrional y las penínsulas mediterráneas en el meridional. Por el este se extiende hasta el centro del continente asiático, aunque de manera fragmentada. Falta en grandes extensiones llanas de Centroeuropa, las islas Británicas e Islandia. No se conocen subespecies.





           El único escribano ibérico que abandona por completo nuestro territorio durante el periodo de invernada es una especie propia de las áreas de media montaña de la mitad norte peninsular, donde se instala en una gran variedad de ambientes —huertecillos, setos, bosquetes—, a condición de que cuenten con posaderos apropiados y abundantes recursos alimenticios. La población española de esta especie parece encontrarse estabilizada tras el acusado declive experimentado en décadas pasadas.





             Las poblaciones europeas se estiman en 1,5-11 millones de parejas reproductoras. En España se ha calculado una población de 200.000-225.000 parejas, aunque estos datos no son recientes. Es difícil precisar la tendencia poblacional de este escribano; según la información recogida en el programa SACRE, se considera que ha experimentado un cierto descenso para el periodo 1998-2005.



miércoles, 2 de marzo de 2016

Alcaudón chico (Lanius minor)

          Por su coloración parece una réplica del alcaudón real, aunque en tamaño más pequeño. Se trata de una especie insectívora de ambientes abiertos, que puede considerarse como una de las aves más escasas de la fauna ibérica, por lo que en nuestro país está catalogada “En peligro crítico”. Su distribución aparece muy localizada en enclaves dispersos de Aragón y Cataluña.
         Como el resto de los alcaudones, es un pájaro caracterizado por su cola larga, su cabeza voluminosa y su pico dentado y muy ancho. Luce un plumaje que combina los colores negro, gris y blanco. Los individuos adultos poseen un antifaz negro que se amplía sobre el pico. Su píleo y dorso presentan color gris ceniza. La cola y las alas son negras, con una conspicua mancha blanca en la base de las plumas primarias del ala





        
       
          Aunque en un primer vistazo aparenta ser una réplica en pequeño del alcaudón real, el alcaudón chico tiene proporcionalmente el pico más grueso
y la proyección de las plumas primarias notablemente más larga. Además, la mancha negra del antifaz está mucho más extendida por encima del pico en los adultos de alcaudón chico, mientras que la mancha blanca de las alas es más ancha y corta que en los alcaudones reales. Asimismo, los jóvenes de alcaudón chico se diferencian de los del real por presentar las plumas cobertoras de las alas y del dorso ribeteadas de blanco y por carecer de plumas manchadas de gris en los laterales del pecho.

         Es un ave poco cantora. Emite de manera rápida y concatenada chasquidos y piídos diversos, que son variaciones deformadas de las notas de carboneros, gorriones y currucas.


Alcaudón Real


Alcaudón Común


        No existe acuerdo sobre la variabilidad de la especie, de modo que hay autores que admiten una única forma, en tanto que otros consideran la presencia de varias subespecies. Sea como fuere, se distribuye por el Paleártico, desde el noreste de España hasta Asia central. En Europa occidental sólo aparece en enclaves dispersos del sur de los Alpes, la costa mediterránea de Italia, el sur de Francia y el noreste de España. Básicamente se encuentra en el noreste de Gerona y en localidades aisladas del valle del Ebro, en las provincias de Huesca y Lérida.






        


        Se estima que puede haber entre 77.000 y 320.000 parejas reproductoras en Europa. La especie viene experimentando, desde hace casi cinco décadas, un declive muy acusado en todo el continente, habiendo desaparecido de Suiza, Alemania y la República Checa. Además, en muchos otros países, como España, Austria y Francia, solo quedan poblaciones muy reducidas y dispersas. La mayoría de ellas constan de unas cuantas decenas de parejas y se encuentran muy alejadas de las poblaciones más nutridas que aún persisten en Europa oriental. En nuestro país nunca ha sido un ave abundante y también muestra una notable regresión en las últimas décadas, tanto en el número de individuos como en el área de ocupación. Actualmente solo aparece en cinco términos municipales de Gerona, Huesca y Lérida, y su población se estima en un máximo de 25 parejas reproductoras (Libro Rojo de las aves de España, 2004).




       Es un pájaro insectívoro que consume principalmente escarabajos de gran tamaño.

        El alcaudón chico está catalogado como “En peligro crítico” en el Libro Rojo de las aves de España y aparece como “En peligro de extinción” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Son varios los factores que, combinados y con importancia variable según el territorio considerado, han provocado el drástico declive poblacional detectado en las últimas décadas. El primero y más importante es la pérdida de hábitat. Actualmente, la agricultura intensiva y de regadío conlleva la aniquilación de los pastizales estacionales, reduce las extensiones dejadas en barbecho y provoca la
concentración de parcelas, con la consecuente desaparición de linderos, donde la especie cría o encuentra alimento. Asimismo, la agricultura intensiva lleva aparejado el envenenamiento masivo de insectos por el abuso en la utilización de plaguicidas, por lo que las aves insectívoras tienen más dificultades para encontrar su sustento. Además, la especie sufre en determinadas zonas la presión de córvidos en auge, como las urracas, que no dudan en alimentarse de huevos y pollos de alcaudón. Por otra parte, parece que en algunas regiones europeas el clima se ha tornado más húmedo, lo que supone una importante limitación para un ave común en paisajes abiertos e incluso esteparios con clima seco.

domingo, 28 de febrero de 2016

Gorrión común (Passer domesticus)



    Paseriforme de aspecto robusto y voluminoso, el gorrión común posee un pico fuerte y un plumaje dominado por los tonos pardos en el dorso —adornado con marcadas listas negras— y grisáceos en el obispillo, el pecho y el vientre. Los machos en época reproductora presentan el pico negro y el dorso de una tonalidad bastante rojiza, en tanto que el píleo toma un color gris y el babero se hace más extenso y oscuro . Los caracteres sexuales ligados al plumaje son visibles todo el año, aunque se van haciendo más patentes debido al desgaste progresivo de las plumas, que deja a la vista los colores internos de estas. Las hembras tienen el píleo marrón y presentan una línea clara tras el ojo; no lucen babero y su pico es siempre grisáceo hacia el extremo y amarillento en la base . Los jóvenes machos, por su parte, son indistinguibles de las hembras hasta que realizan la muda de finales de verano, cuando adquieren los colores del adulto.







    Es posiblemente el paseriforme más ampliamente distribuido del mundo, ya que habita en todos los continentes y en gran parte de las islas oceánicas, donde ha sido introducido involuntariamente por el hombre. Se ausenta de cotas altas en las cordilleras, zonas tropicales y regiones desérticas y escasea también en latitudes muy norteñas, por encima de la zona boreal; no está presente en Siberia, China, Japón ni Indonesia. En su extensa área de distribución se consideran 12 subespecies, de las cuales balearoibericus es la que ocupa la región mediterránea, incluido España.



   Se distribuye homogéneamente por todo el territorio peninsular, Baleares, Ceuta y Melilla. Recientemente, ha colonizado la isla de Gran Canaria, seguramente transportado por algún barco. Es una especie muy ligada a la actividad humana, por lo que apenas existe o falta por completo en lugares donde no hay pueblos, en zonas forestales cerradas o en pisos muy elevados de los sistemas montañosos.



Vive en todo tipo de ambientes humanizados, aunque prefiere zonas rurales o urbanas próximas a terrenos agrícolas y áreas abiertas.
Prácticamente omnívoro, aunque de tendencias básicamente granívoras, se alimenta de todo tipo de semillas, frutas y bayas. A menudo incluye alimento de origen animal en su dieta, en especial, insectos que recoge en el suelo, sobre la vegetación o incluso al vuelo. Dentro de zonas urbanas, su alimentación se basa en desperdicios de comida, frutos de los matorrales de parques y jardines, pienso de mascotas, etc. Los pollos en nido son cebados con dieta animal —más rica en proteínas—, fundamentalmente larvas de todo tipo, saltamontes, grillos y escarabajos.






    El periodo reproductor de este gorrión en los climas templados comprende desde abril hasta agosto. El nido consiste en una desaliñada y cerrada estructura para cuya instalación suelen elegir huecos o grietas en todo tipo de edificaciones, techados, estatuas, farolas, carteles publicitarios, etc. (dibujo 5). En ocasiones, colocan el nido en el interior de una construcción más grande, por ejemplo un nido de rapaz o cigüeña. En su preparación, la pareja utiliza hierbas, paja y finas ramitas, así como algunos componentes más suaves para tapizar la taza, como plumas, pelo o materia textil. La puesta consta de dos a siete huevos de color blanco o verdoso intensamente moteados, y cada pareja suele realizar dos o tres puestas anuales. La incubación dura entre 11 y 14 días; en ella participan ambos progenitores, aunque el macho en menor medida, ya que únicamente releva a su compañera durante cortos periodos que esta emplea para buscar alimento. La estancia de los pollos en el nido es de 12-16 días; durante ese periodo son cebados por ambos adultos con la misma dedicación. Los volantones ya se procuran solos el sustento a la semana de abandonar el nido, pero reclamarán alimento a los padres una semana más.




Carbonero común (Parus major)

       Ave insectívora pequeña, muy llamativa y conspicua por sus colores azulados y amarillentos y sus frecuentes reclamos. Habita en toda España y resulta común en ambientes arbolados, tanto bien conservados como degradados. Tolera muy bien la presencia humana, pues coloniza con facilidad zonas ajardinadas y parques urbanos, acude a los comederos y se instala en nidales artificiales. En invierno se suele mover en grupos con otras especies de páridos.

       No confundir con Herrerillo Africano o Herrerillo Común, muy parecidas en formas y color al igual que tamaño.


       
Herrerillo Africano
       
Herrerillo Común














     La especie está ampliamente extendida en Europa, noroeste de África y Asia, donde alcanza Japón, Indochina e Indonesia.
     Abarca todo el territorio y solo se ausenta en zonas totalmente deforestadas y en el archipiélago canario. Se discute sobre la existencia de numerosas subespecies. Para el norte de España se menciona major; en las islas Baleares se describe mallorcae; en el sur peninsular se cita corsus; y en Ceuta y Melilla, la subespecie norteafricana excelsus.



Carbonero Común





      En Europa podría haber 41-180 millones de parejas (datos del año 2000). Para España se estimó en los años noventa una población reproductora con más de 4 millones de parejas (Atlas de las aves reproductoras de España, 2003). Su abundancia y densidad son muy variables; las mayores densidades se han registrado en alcornocales y robledales, mientras que su presencia es menor en las plantaciones integradas por una sola especie de conífera. Los resultados preliminares ofrecidos por el programa SACRE en 2005 reflejan una tendencia positiva.




      Es un ave forestal, pero no requiere bosques extensos, complejos o bien conservados. Al contrario, es posible encontrarla en prácticamente cualquier medio si aparecen árboles dispersos. Resulta habitual en encinares, pinares, melojares, hayedos, alcornocales, quejigares, sabinares, plantaciones, huertos, parques, bosques de ribera, etc.





Su dieta es insectívora. Se alimenta de coleópteros e himenópteros, y en primavera consume larvas de lepidópteros. Además, en otoño incorpora frutos de zarzas, saúcos, etc.





Inicia la reproducción en marzo. Puede sacar dos polladas, pero es capaz de criar hasta tres veces. En cada ocasión, la hembra pone entre 8 y 13 huevos, aunque el número es sensiblemente variable. Son blancos, con pequeñas motas pardo-rojizas (dibujo 3), y los incuba exclusivamente la hembra durante 12-14 días. Los pollos son alimentados por ambos sexos, vuelan a las tres semanas y se independizan a las seis o siete. La hembra construye el nido en oquedades naturales de troncos y tocones y en huecos artificiales. Normalmente utiliza raíces finas, musgo, líquenes, hierbas, partes pelosas de plantas, plumón y telarañas.











viernes, 26 de febrero de 2016

Herrerillo Común ( Cyanistes caeruleus )

           Insectívoro forestal, ruidoso y activo, resulta muy conspicuo por su llamativa combinación de colores azules y amarillos. Frecuenta parques, y para criar se acomoda muy bien en huecos —tanto naturales como artificiales—, especialmente en cajas-nido. Se trata de uno de los pájaros más extendidos y populares.

       No hay que confundirlo con el Carbonero común o con el herrerillo africano, los tres son muy parecidos en forma y color además el tamaño varia muy poco uno de los otros.


Herrerillo Áfricano

            
Carbonero Común

               

   Sus alas, cola y cabeza exhiben un bello color azulado, que se completa con un collar azul cobalto. El dorso posee tintes verdosos, y las partes inferiores son amarillentas. Presenta mejillas de color blanco en los adultos y amarillo pálido en los volantones.

   La coloración general podría recordar a la de un carbonero común. Pero este es notablemente mayor, con la cabeza negra y una banda de igual color que divide en dos el amarillo del pecho.

   Tamaño de 11,5 cm medido desde el pico hasta la cola. El único paro con píleo, alas y cola de color azul cobalto vivo. Partes inferiores amarillas; mejillas blancas con lista negra a través del ojo y rodeando la nuca, de color negro azulado; dorso verdoso.


   


    Dimorfismo sexual poco aparente, el macho presenta el píleo de color más vivo que la hembra y la banda negro azulada que rodea el cuello es más ancha en los machos.

    Aparece en todas las provincias peninsulares y en Baleares. Evita las zonas carentes de vegetación arbórea. Así, es raro en el tramo central del valle del Ebro, en el sureste ibérico y en algunas zonas del valle del Guadalquivir y de la provincia de Valladolid. En el tercio norte peninsular se encuentra la subespecie caeruleus, que hacia el centro y el sur deja paso a ogliastrae. Para algunas poblaciones de las Baleares se propone la subespecie endémica balearicus.






   



        Resulta muy frecuente en bosques de frondosas perennes (encinares, alcornocales). Ocupa tanto formaciones abiertas como adehesadas, parques y huertos. Solo se enrarece en ambientes carentes de arbolado y en los bosques de coníferas, especialmente si son masas de una sola especie. Puede alcanzar los 2.000 metros de altitud en las sierras meridionales, pero la cota disminuye durante el invierno. En este periodo explora todo tipo de hábitats, incluyendo cañaverales y carrizales.

Es un ave insectívora, aunque no de forma estricta. Se alimenta de numerosos invertebrados (arañas, coleópteros, dípteros, larvas de lepidópteros, hemípteros, etc.). También picotea brotes e ingiere semillas —incluyendo piñones— y la pulpa de frutos carnosos (moras, higos, bayas de saúco, olivas, etc.).







       La especie se ve afectada por la pérdida de bosques, el uso de insecticidas contra las plagas forestales y la escasez de huecos para criar. Las cajasnido constituyen una buena solución si se manejan adecuadamente (dibujo 3); de no ser así, los nidales favorecen la sobredepredación de huevos, pollos y adultos. Asimismo, el control con insecticidas de las plagas forestales también perjudica a este y otros páridos. El herrerillo común está considerado como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.




            Emite múltiples reclamos, algunos muy parecidos a los sonidos producidos por otros páridos, como el carbonero común. Sin embargo, los sonidos del herrerillo común son mucho menos potentes. Frecuentemente reproduce con rapidez una estrofa compuesta por trinos cortos, finalizados con una “risa” (tit-tit-tit-chuuarr), que además puede ir seguida de chasqueos. El canto más común es un tiit-tiit-tutu… muy agudo y que continúa con vibraciones muy variadas.






  






























miércoles, 17 de febrero de 2016

Pardillo común (Carduelis cannabina)

      Ave pequeña y bastante abundante en una gran variedad de hábitats. Aunque es algo difícil de reconocer por su coloración invernal, resulta, en cambio, muy fácil de detectar por su reclamo en vuelo o por el llamativo color carmín de los machos en primavera. Habita en ambientes abiertos, donde se mezcla con otras aves consumidoras de semillas (granívoras).

         El pardillo es un pájaro estilizado, delgado, de pico corto y con cola larga y escotada. Su plumaje tiene color pardo en el dorso y ocre muy pálido en los lados y el vientre.  Además, los machos resultan inconfundibles en primavera, pues lucen un llamativo color carmín en la frente y el pecho. En vuelo, ambos sexos y los jóvenes del año muestran una débil pero perceptible mancha blanca, que destaca sobre el color negruzco de sus alas. 




Pardillo Macho Adulto
 

             Es un ave ampliamente extendida por Eurasia, para la que se han descrito varias subespecies. Habita en gran parte de Europa, salvo en la mitad norte de Escandinavia y en la región más septentrional de Rusia. Por el este llega hasta China, y hacia el sur aparece en Israel, el noroeste de África y en las islas Canarias.

           Se encuentra por toda la Península y está presente en todas las islas de los archipiélagos de Canarias y Baleares. En la Península se admite únicamente la subespecie cannabina, aunque también se ha citado la subespecie mediterranea. 


Pardillo Hembra

      Esta ave prefiere los paisajes abiertos, ya sean costeros, mesetas o montañas. Así, es común observarla en llanuras cerealistas, olivares, sabinares, dehesas muy abiertas de encinas, etc. También resulta común en los matorrales que reemplazan a los bosques degradados (jarales, retamares, tojares), siempre y cuado haya espacios abiertos con herbáceas. Además cría con éxito en piornales y brezales por encima del límite forestal, en las montañas atlánticas y mediterráneas. En invierno, el pardillo común se congrega allí donde abunden las herbáceas que le aportan alimento en forma de semillas. Conforma grandes bandos en los cultivos de secano de ambas Mesetas y de las depresiones de los grandes ríos. Explora barbechos y bordes de caminos acompañado de otras especies, como jilgueros, verderones comunes, pinzones, verdecillos y lúganos.


Pardillo Macho Acompañado de Jilguero Macho y Pinzón Hembra


Macho

   Suele criar en pareja, pero hay machos que copulan con más de una hembra. No es muy territorial, pues en ocasiones varias parejas instalan los nidos con pocos metros de separación. Inicia la primera puesta en los meses de abril y mayo, pero en las áreas más cálidas puede comenzar mucho antes. En sentido opuesto, en territorios montanos, por encima del límite forestal, retrasa el inicio de la reproducción. La hembra construye un nido que emplaza en arbustos densos. En la primera puesta suele elegir plantas perennes, pero en las siguientes escoge también arbustos caducifolios que ya hayan desarrollado sus hojas. Pone de cuatro a seis huevos, de color blanco azulado y con moteado rojizo o púrpura en su polo más ancho, y los incuba durante 10-14 días. Los pollos, nada más nacer, son empollados por la hembra y alimentados por el macho. Abandonan el nido dos semanas después. 

Pareja de Pardillos Adultos

     

    Consume semillas pequeñas, que busca en el suelo. También captura insectos, sobre todo durante la primavera y el verano, para alimentar a los pollos.
    Como otras aves, sufre la lacra de la caza por pajareros, de modo que miles de ejemplares mueren o son enjaulados cada año.
    Padece también la intensificación de la agricultura. Se ha enrarecido allí donde se han implantado regadíos y donde se emplean herbicidas y plaguicidas.






Pardillo Macho Joven




Pardillos