miércoles, 17 de febrero de 2016

Pardillo común (Carduelis cannabina)

      Ave pequeña y bastante abundante en una gran variedad de hábitats. Aunque es algo difícil de reconocer por su coloración invernal, resulta, en cambio, muy fácil de detectar por su reclamo en vuelo o por el llamativo color carmín de los machos en primavera. Habita en ambientes abiertos, donde se mezcla con otras aves consumidoras de semillas (granívoras).

         El pardillo es un pájaro estilizado, delgado, de pico corto y con cola larga y escotada. Su plumaje tiene color pardo en el dorso y ocre muy pálido en los lados y el vientre.  Además, los machos resultan inconfundibles en primavera, pues lucen un llamativo color carmín en la frente y el pecho. En vuelo, ambos sexos y los jóvenes del año muestran una débil pero perceptible mancha blanca, que destaca sobre el color negruzco de sus alas. 




Pardillo Macho Adulto
 

             Es un ave ampliamente extendida por Eurasia, para la que se han descrito varias subespecies. Habita en gran parte de Europa, salvo en la mitad norte de Escandinavia y en la región más septentrional de Rusia. Por el este llega hasta China, y hacia el sur aparece en Israel, el noroeste de África y en las islas Canarias.

           Se encuentra por toda la Península y está presente en todas las islas de los archipiélagos de Canarias y Baleares. En la Península se admite únicamente la subespecie cannabina, aunque también se ha citado la subespecie mediterranea. 


Pardillo Hembra

      Esta ave prefiere los paisajes abiertos, ya sean costeros, mesetas o montañas. Así, es común observarla en llanuras cerealistas, olivares, sabinares, dehesas muy abiertas de encinas, etc. También resulta común en los matorrales que reemplazan a los bosques degradados (jarales, retamares, tojares), siempre y cuado haya espacios abiertos con herbáceas. Además cría con éxito en piornales y brezales por encima del límite forestal, en las montañas atlánticas y mediterráneas. En invierno, el pardillo común se congrega allí donde abunden las herbáceas que le aportan alimento en forma de semillas. Conforma grandes bandos en los cultivos de secano de ambas Mesetas y de las depresiones de los grandes ríos. Explora barbechos y bordes de caminos acompañado de otras especies, como jilgueros, verderones comunes, pinzones, verdecillos y lúganos.


Pardillo Macho Acompañado de Jilguero Macho y Pinzón Hembra


Macho

   Suele criar en pareja, pero hay machos que copulan con más de una hembra. No es muy territorial, pues en ocasiones varias parejas instalan los nidos con pocos metros de separación. Inicia la primera puesta en los meses de abril y mayo, pero en las áreas más cálidas puede comenzar mucho antes. En sentido opuesto, en territorios montanos, por encima del límite forestal, retrasa el inicio de la reproducción. La hembra construye un nido que emplaza en arbustos densos. En la primera puesta suele elegir plantas perennes, pero en las siguientes escoge también arbustos caducifolios que ya hayan desarrollado sus hojas. Pone de cuatro a seis huevos, de color blanco azulado y con moteado rojizo o púrpura en su polo más ancho, y los incuba durante 10-14 días. Los pollos, nada más nacer, son empollados por la hembra y alimentados por el macho. Abandonan el nido dos semanas después. 

Pareja de Pardillos Adultos

     

    Consume semillas pequeñas, que busca en el suelo. También captura insectos, sobre todo durante la primavera y el verano, para alimentar a los pollos.
    Como otras aves, sufre la lacra de la caza por pajareros, de modo que miles de ejemplares mueren o son enjaulados cada año.
    Padece también la intensificación de la agricultura. Se ha enrarecido allí donde se han implantado regadíos y donde se emplean herbicidas y plaguicidas.






Pardillo Macho Joven




Pardillos 






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