domingo, 28 de febrero de 2016

Gorrión común (Passer domesticus)



    Paseriforme de aspecto robusto y voluminoso, el gorrión común posee un pico fuerte y un plumaje dominado por los tonos pardos en el dorso —adornado con marcadas listas negras— y grisáceos en el obispillo, el pecho y el vientre. Los machos en época reproductora presentan el pico negro y el dorso de una tonalidad bastante rojiza, en tanto que el píleo toma un color gris y el babero se hace más extenso y oscuro . Los caracteres sexuales ligados al plumaje son visibles todo el año, aunque se van haciendo más patentes debido al desgaste progresivo de las plumas, que deja a la vista los colores internos de estas. Las hembras tienen el píleo marrón y presentan una línea clara tras el ojo; no lucen babero y su pico es siempre grisáceo hacia el extremo y amarillento en la base . Los jóvenes machos, por su parte, son indistinguibles de las hembras hasta que realizan la muda de finales de verano, cuando adquieren los colores del adulto.







    Es posiblemente el paseriforme más ampliamente distribuido del mundo, ya que habita en todos los continentes y en gran parte de las islas oceánicas, donde ha sido introducido involuntariamente por el hombre. Se ausenta de cotas altas en las cordilleras, zonas tropicales y regiones desérticas y escasea también en latitudes muy norteñas, por encima de la zona boreal; no está presente en Siberia, China, Japón ni Indonesia. En su extensa área de distribución se consideran 12 subespecies, de las cuales balearoibericus es la que ocupa la región mediterránea, incluido España.



   Se distribuye homogéneamente por todo el territorio peninsular, Baleares, Ceuta y Melilla. Recientemente, ha colonizado la isla de Gran Canaria, seguramente transportado por algún barco. Es una especie muy ligada a la actividad humana, por lo que apenas existe o falta por completo en lugares donde no hay pueblos, en zonas forestales cerradas o en pisos muy elevados de los sistemas montañosos.



Vive en todo tipo de ambientes humanizados, aunque prefiere zonas rurales o urbanas próximas a terrenos agrícolas y áreas abiertas.
Prácticamente omnívoro, aunque de tendencias básicamente granívoras, se alimenta de todo tipo de semillas, frutas y bayas. A menudo incluye alimento de origen animal en su dieta, en especial, insectos que recoge en el suelo, sobre la vegetación o incluso al vuelo. Dentro de zonas urbanas, su alimentación se basa en desperdicios de comida, frutos de los matorrales de parques y jardines, pienso de mascotas, etc. Los pollos en nido son cebados con dieta animal —más rica en proteínas—, fundamentalmente larvas de todo tipo, saltamontes, grillos y escarabajos.






    El periodo reproductor de este gorrión en los climas templados comprende desde abril hasta agosto. El nido consiste en una desaliñada y cerrada estructura para cuya instalación suelen elegir huecos o grietas en todo tipo de edificaciones, techados, estatuas, farolas, carteles publicitarios, etc. (dibujo 5). En ocasiones, colocan el nido en el interior de una construcción más grande, por ejemplo un nido de rapaz o cigüeña. En su preparación, la pareja utiliza hierbas, paja y finas ramitas, así como algunos componentes más suaves para tapizar la taza, como plumas, pelo o materia textil. La puesta consta de dos a siete huevos de color blanco o verdoso intensamente moteados, y cada pareja suele realizar dos o tres puestas anuales. La incubación dura entre 11 y 14 días; en ella participan ambos progenitores, aunque el macho en menor medida, ya que únicamente releva a su compañera durante cortos periodos que esta emplea para buscar alimento. La estancia de los pollos en el nido es de 12-16 días; durante ese periodo son cebados por ambos adultos con la misma dedicación. Los volantones ya se procuran solos el sustento a la semana de abandonar el nido, pero reclamarán alimento a los padres una semana más.




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